2 Timoteo 4:9-22

“Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas, a fin de que yo pudiera predicar la Buena Noticia en toda su plenitud, para que todos los gentiles la oyeran. Y él me libró de una muerte segura.”

¿Qué significa eso para mi? Que cuando dependo de mi fuerza voy a fracasar, pero si pido la fuerza de Dios en mi, todo es diferente. Me impacta como el apóstol Pablo no perdía oportunidad para compartir de Cristo, aun en su juicio pide fuerzas al Señor para compartir las buenas nuevas de salvación a los oyentes. Anunciar el evangelio muchas veces nos va a poner en situaciones de riesgo, estamos preparados para esos momentos?

Para poner en práctica: Pedir al Señor sus fuerzas para pese a las circunstancias, asumir los riesgos y predicar para salvación de muchos.

Pastor Jose