Rom 6:12-23

“ni presentéis los miembros de vuestro cuerpo al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. Hablo en términos humanos, por causa de la debilidad de vuestra carne. Porque de la manera que presentasteis vuestros miembros como esclavos a la impureza y a la iniquidad, para iniquidad, así ahora presentad vuestros miembros como esclavos a la justicia, para santificación.”

¿Qué significa eso para mi? El imperativo (la orden) cuyo actor es el hombre: “presentarse como esclavos por amor a Dios”. Esa es la parte que hace el hombre para ser enteramente santificado: presentarse a diario en consagración a Dios, hasta que en algún momento Dios hace su parte que es remover “el pecado original”. La lucha interna cesa y entonces ya no se vive para si ni para el antiguo amo que era “el pecado original” sino que se vive como Cristo, en Cristo y para Cristo. (Gal 2:20). 

¿Cómo puedo poner en práctica hoy mi meditación en la Palabra? Santidad práctica, diaria, continúa. Cuidándome de mi mismo y de la forma en que vivo. Consagración total a Dios como Señor de mi vida.