Gen 32:1-11

“Oh SEÑOR, te ruego que me rescates de la mano de mi hermano Esaú. Tengo miedo de que venga para atacarme a mí y también a mis esposas y a mis hijos. Pero tú me prometiste: “Ciertamente te trataré con bondad y multiplicaré tus descendientes hasta que lleguen a ser tan numerosos como la arena a la orilla del mar, imposibles de contar”».”

¿Qué significa eso para mi? Dos cosas importantes: 1) Jacob reconoció ante Dios que tenía miedo. Expresó con claridad esa emoción cuando oraba. Cuando yo hablo con Dios, puedo ser totalmente vulnerable y expresar como me siento. Puedo desahogarme con el Señor. 2) Jacob reclamó la principal promesa que había recibido de Dios. Que importante reclamar las promesas que Dios tiene en Su Palabra y descansar en que aunque mis ojos vean algo contrario a lo que Él prometió mi fe no depende de lo que veo sino de lo que creo y en quien creo. 

¿Cómo puedo poner en práctica hoy mi meditación en la Palabra? Corriendo a Dios cada vez que necesite soltar cargas emocionales y descansando en Sus promesas. 

Pastor Jose